El síndrome metabólico (SM) es un estado pro-inflamatorio en el que se agrupan factores de riesgo cardiovascular (diabetes mellitus, obesidad, hipertensión arterial e hiperlipemia). Existe una clara asociación entre el SM y el desarrollo de fibrilación auricular (FA). Este estudio valora si la ablación de la FA es menos eficaz en pacientes con SM y/o marcadores de inflamación elevados.
En este estudio se incluyeron 1.496 pacientes consecutivos con FA (439 [29%] paroxística, 393 [26%] persistente, y 664 [44%] de larga duración) en los que se realizó un primer procedimiento de ablación con catéter. Los pacientes fueron clasificados en grupo 1 si tenían SM (n=485) o grupo 2 si no tenían SM (n=1.011). En los casos con FA paroxística se realizó ablación del antro de las venas pulmonares, la pared posterior, el septo interauricular izquierdo y aislamiento de la vena cava superior. En casos de FA no paroxística también se ablacionaron electrogramas complejos (CAFEs). Al final del procedimiento, en todos los casos se ablacionaron los focos fuera de las venas pulmonares puestos en evidencia con isoproterenol. Se midieron la proteína C reactiva (PCR) y el número de leucocitos basalmente. Para valorar la calidad de vida se pasó a los pacientes la encuesta SF-36 basalmente y al año de la ablación.
Basalmente, los pacientes del grupo 1 eran mayores (64 vs. 62 años), eran más frecuentemente varones (77 vs. 72%), y tenían mayor prevalencia de cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca y aurícula izquierda de mayor diámetro. También mostraron niveles significativamente mayores de leucocitos y de PCR. No hubo diferencias en cuanto al tipo de FA entre los dos grupos.
Tras un seguimiento medio de 21±7 meses, después de un solo procedimiento de ablación, la FA recurrió en un 39% de los pacientes del grupo 1 frente a un 32% de los del grupo 2 (p= 0,005). En cuanto el tipo de FA, solo se objetivaron más recurrencias en el grupo 1 en los casos con FA no paroxística (46% frente a 35% en el grupo 2, p= 0,002), siendo similares para la FA paroxística (25% en el grupo 1 vs. 22% en el grupo 2, p=0,295). Todos los parámetros del SF-36 dieron valores significativamente más bajos en el grupo 1. Sin embargo, tras la ablación en el grupo 1 mejoraron tanto los parámetros de valoración física como mental, mientras que el grupo 2 solo mejoraron los de valoración del estado mental.
En el análisis multivariado la recurrencia de FA se relacionó con el SM (HR: 1,28; IC 95%: 1,04-1,57; p=0,021), sexo (femenino) (HR: 1,39; IC 95%: 1,13-1,71; p= 0,002), y la FA no paroxística (HR: 1,51; IC 95%: 1,24-1,59; p=0,001). En pacientes con FA no paroxística los predictores de recurrencia fueron el SM, el sexo femenino, un nivel de PRC ≥0,9 mg/dl y el número de leucocitos. Sin embargo, en casos con FA paroxística el SM, el nivel de PCR y el número de leucocitos no predijeron las recurrencias.
Con estos resultados, los autores concluyen que existe una fuerte asociación entre la recurrencia de FA tras ablación con catéter y la presencia de SM así como con los marcadores de inflamación, en pacientes con FA no paroxística. Esta asociación no se observa en los casos de FA paroxística. Además, los pacientes con DM muestran basalmente peores parámetros de calidad de vida, que mejoran sustancialmente tras la ablación.
Comentario
La fisiopatología de la FA es conocida solo en una pequeña parte. De forma esquemática se sabe que la patogenia de la FA viene determinada por la interacción de dos factores: por un lado, disparadores que la iniciarían (principalmente focos ectópicos) y, por otro, un sustrato arritmogénico que perpetuaría la FA, determinado principalmente por un remodelado de las aurículas. Todos los componentes del síndrome metabólico favorecen dicho remodelado (la hipertensión arterial produce hipertrofia de los miocitos, miolisis, fibrosis auricular; la obesidad aumenta el volumen plasmático, incrementa la inflamación, produce apnea del sueño, etc.). Por tanto, es fácil entender que todas estas alteraciones asociadas en forma de SM incrementan más aún el riesgo de sufrir FA. En cambio, causa y efecto parecen estar mezclados en los componentes de inflamación: PCR y leucocitos parecen elevados en pacientes con FA, pero en algunos estudios disminuyen en los casos en que la FA no recurre ( y así, serían consecuencia de la FA). En el estudio que presentamos los marcadores de inflamación predicen las recurrencias de FA, por lo que serían más bien agente causal.
En un editorial acompañante al artículo, Samuel J. Asirvatham y Zhen Jiao, comentan que, el hecho de que la FA no paroxística recurra más en pacientes con SM, sugiere que el sustrato arritmogénico en estos sujetos sigue activo. Es decir, con la ablación modificamos el sustrato en un momento determinado, pero el SM continúa actuando, y con él el remodelado auricular que facilita la recurrencia de la FA. Lo que se aprende de este estudio es que no se reducirán las recurrencias si la ablación no se acompaña de un adecuado tratamiento del propio SM (reducir peso, controlar la tensión arterial…).
Referencia
- Mohanty S, Mohanty P, Di Biase L, Bai R, Agnes Pump, Santangeli P, Burkhardt D, Gallinghouse JG, Horton R, Sanchez JE, Bailey S, Zagrodzky J, y Natale A.
- J Am Coll Cardiol, 2012; 59:1295-1301.