Introducción
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en la China rural. La presión arterial alta causada por el consumo excesivo de sodio ha sido identificada como un factor de riesgo modificable importante. Una estrategia efectiva de bajo coste basada en la comunidad para reducir la ingesta de sodio en la China rural tiene considerable potencial para la salud pública.
Material y métodos
El estudio es un ensayo a gran escala, aleatorizado grupal realizado en cinco provincias del norte de China. De cada provincia sean seleccionado 2 condados y 12 municipios inscritos en cada condado con un total de 120 grupos. Un pueblo de cada municipio fue seleccionado para la participación y randomizados a la intervención o el control por condado. Los 60 pueblos del grupo control no recibieron ninguna intervención y simplemente continuaron con su práctica habitual. Los 60 pueblos de intervención recibieron educación general de salud comunitaria con asesoramiento sobre la reducción de la ingesta de sal, educación sanitaria específica con mensajes de reducción de sal a pacientes con alto riesgo de enfermedades cardiovasculares y una estrategia de suministro de alimentos destinada a promover la venta de sustituto de la sal con reducción de sodio y potasio añadido a través de la tiendas de habituales del pueblo. Los 60 pueblos de intervención fueron además randomizados en dos grupos iguales, de modo que 30 pueblos tenían acceso a los sustitutos de la sal a precio igual al de la sal normal y 30 tenían los sustitutos de sal disponibles a precio de mercado (alrededor del doble del costo de la sal normal). La intervención se llevó a cabo durante 18 meses. Se estratificó una muestra por edad y sexo de 2.400 hombres y mujeres de los 120 pueblos (20 de cada pueblo) seleccionados al final del período de intervención para la evaluación de resultados. El resultado primario es el sodio en orina de 24 horas y los resultados secundarios son la presión arterial, el potasio en orina de 24 horas, la proporción sodio/potasio en orina y la hipertensión.
Resultados
Hubo una reducción significativa en el grupo de intervención versus el grupo de control en el sodio urinario (230 vs 243 mmol/día , p = 0,03) y un aumento significativo de potasio en la orina (51 vs 44 mmol/día , p < 0,001). No hubo ningún cambio significativo en la prevalencia de la hipertensión (56% vs 58%, p = 0,20).
Conclusiones
Una estrategia de reducción de sodio a nivel de la población es factible y eficaz. Estos resultados tienen el potencial de influir en las políticas de salud pública.
Puede descargar las diapositivas originales presentadas en el congreso desde el siguiente enlace.