Una investigación publicada en el British Medical Journal señala que las cualidades protectoras del vino se han sobrevalorado y que sus efectos positivos se limitan a casos muy determinados. La OMS recalcó en 2008 que dicha protección no era efectiva en jóvenes y que su efecto era mínimo si se comparaba con el de una alimentación saludable y un buen estilo de vida. En la misma línea se encuentra el Dr. Vicente Arrarte, vocal de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la SEC, quien afirma que el alcohol aumenta la tensión arterial, potencia la enfermedad cardiovascular y provoca graves daños hepáticos.