Diez hospitales españoles empezarán a implantar el marcapasos sin cables más pequeño que existe tras haber obtenido el marcado CE. Este dispositivo se implanta con un catéter en la vena femoral mediante una intervención mínimamente invasiva y no necesita cables para funcionar, lo que reduce el riesgo de infección por causa de los cables provocando una endocarditis. Está especialmente indicado para aquellos pacientes que no precisan de estimulación en la aurícula, que supone entre un 30% y un 50% de las personas que necesitan un marcapasos. Lluis Mont, del hospital Clínic de Barcelona, uno de los centros que ha implantado el mayor número de dispositivos, explica que, "durante este año hemos implantado 54 unidades de manera satisfactoria y sin complicaciones".