Los tratamientos oncológicos han permitido reducir la mortalidad por cáncer pero conllevan problemas derivados, como son los cardiovasculares. Ante esta problemática, la SEC reivindica el abordaje integral del paciente con cáncer, una vez diagnosticado de esta patología. Es preciso analizar y conocer tanto sus factores de riesgo como su medicación actual para poder escoger el tratamiento oncológico que más le convenga, con las menores suspensiones posibles de dichos tratamientos y el menor número de efectos secundarios a largo plazo.