También el corazón puede resultar damnificado por la gripe, según acaba de ratificar un estudio. Sus datos demuestran que las posibilidades de sufrir un infarto se multiplican por seis en los siete días siguientes a la confirmación de infección, lo que demuestra que hay un lazo entre ambos trastornos, fundamentalmente en personas que presentan un riesgo elevado de padecer problemas coronarios.El Dr. Alessandro Sionís, presidente de la Sección de Cardiopatía Isquémica y Cuidados Agudos Cardiovasculares de SEC, apunta que "las infecciones provocan inflamación y ésta crea un entorno de riesgo que facilita la ruptura o la erosión de la placa aterosclerótica, lo que deriva en infarto de miocardio". En este sentido, agrega el experto al comentar el trabajo canadiense, "hay estudios incluso que apuntan que con la neumonía también se dan más eventos cardiovasculares. La misma asociación se establece con la contaminación atmosférica, que también produce inflamación".