Se está celebrando el XX Congreso de la Sociedad Española de Diabetes del que se espera que salgan las estrategias sanitarias para combatir esta enfermedad y mejorar la calidad de vida de los que la padecen.
La consejera de Sanidad canaria, Mercedes Roldós, ha calificado de “hito” la celebración del XX Congreso de la Sociedad Española de Diabetes (SED) en Tenerife, dado que saldrán las estrategias sanitarias para combatir la diabetes y mejorar la calidad de vida de los que la padecen. El presidente de la SED, el doctor Manuel Aguilar, ha destacado la necesidad de avanzar en materia de prevención sobre todo en la diabetes tipo 2, puesto que los afectados se han duplicado en sólo una década.
Mercedes Roldós ha recordado que cerca de 380 millones de personas podrían padecer esta enfermedad dentro de 20 años. “El abordaje integral de esta patología representa en la actualidad uno de los grandes retos de las autoridades sanitarias, por lo que su prevención, diagnóstico y tratamiento constituyen una de las prioridades de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias”. Asimismo, ha recordado que la diabetes es una enfermedad asociada a una alta morbilidad y mortalidad, pues es la primera causa de amputaciones no traumáticas, una de las causas más frecuentes de ceguera y un factor importante de insuficiencia renal. Además, las personas con diabetes corren mayor riesgo de sufrir un infarto de miocardio o accidente cerebrovascular.
La consejera ha resaltado la importancia de la educación diabetológica para el autocontrol por parte de las personas con diabetes y las actuaciones que se han desarrollado en este campo en Canarias, así como los esfuerzos que se realizan para conseguir que los ciudadanos tengan buenos hábitos de vida saludable. En todo caso, Mercedes Roldós ha destacado que todavía queda mucho en lo que trabajar, y por esa razón volvió a destacar la importancia de esta cita para mejorar la atención sanitaria a los pacientes, estimular la investigación y conocer los últimos avances científicos.
El presidente de la SED ha destacado, sobre todo, la atención que se va a realizar a la diabetes tipo 2 y a su prevención, puesto que casi se ha duplicado la población con esta enfermedad durante la última década. En cuanto a la diabetes tipo 1, Manuel Aguilar ha resaltado que es importante avanzar en conseguir algún modelo para su prevención, puesto que en la actualidad se puede identificar a las personas con riesgo de padecerla, pero no hay aún forma de evitarla.
De cara al control de la enfermedad, el doctor Aguilar ha subrayado algunas novedades diagnósticas y terapéuticas de las que también se va a hablar en este Congreso y que a corto plazo podrían dar resultados positivos, como las bombas de impresión continua de insulina y los medidores continuos de glucosa, los trasplantes de islotes o la terapia celular en diabetes.
También se ha referido a la Estrategia Nacional para la Diabetes que el Ministerio de Sanidad ha elaborado conjuntamente con las Comunidades Autónomas y expertos en la materia, en la que se establecen las líneas para la atención a las personas con diabetes desde el punto de vista de la prevención, la atención sanitaria o los indicadores en salud. Además, ha incidido en la importancia de eliminar las diferencias que existen entre unas zonas y otras del país en la atención a la diabetes, así como de estructurar convenientemente la educación diabetológica y la atención especializada.
Estudios internacionales
Además, estudios inetrnacionales muestran que el control de la glucemia no implica una reducción de las complicaciones cardiovasculares. El mal control de la glucosa durante los primeros años da lugar a un mal pronóstico a largo plazo, aunque luego mejore, este efecto no se manifiesta para otros factores de riesgo como la hipertensión. El XX Congreso Nacional de la SED está mostrando las nuevas evidencias y posturas internacionales sobre hasta cuándo es necesario llevar un estricto control de la glucemia en la diabetes mellitus y si ello conlleva o no una reducción de complicaciones cardiovasculares.
Pues si bien los estudios epidemiológicos han demostrado desde hace muchos años que son los pacientes con peor control de su diabetes los que tienen mayor riesgo de presentar complicaciones cardiovasculares, se da la paradoja de que los estudios en los que se ha intervenido para mejorar el control glucémico, en general, no han podido demostrar que el riesgo cardiovascular se reduzca con esta intervención. Según ha puesto de relieve el doctor Francisco Javier Martínez Martín, secretario del Comité Organizador XX Congreso de la SED, “esto puede deberse a que se necesita un tiempo de seguimiento muy prolongado, no inferior a los 10 años para poner este efecto de manifiesto, y la mayoría de los estudios concluyen en un tiempo menor”.
Por otra parte, destaca que los estudios muy prolongados han demostrado el fenómeno de la "memoría" del control glucémico, que consiste en que el mal control de la glucosa durante los primeros años da lugar a un mal pronóstico a largo plazo, aunque luego el control mejore; este efecto no se manifiesta para otros factores de riesgo como la hipertensión.
Durante el último año se han ampliado enormemente los conocimientos sobre este tema al haberse presentado los resultados de 3 grandes estudios (ACCORD, VADT y ADVANCE) además de los resultados de la prolongación a largo plazo del estudio UKPDS (quizá el estudio más importante sobre diabetes de todos los tiempos). Estos resultados no han estado exentos de sorpresas ni de polémica y son sobre los que se debaten en este prestigioso congreso. Predominaba la opinión optimista de que a largo plazo el buen control glucémico reduciría todo tipo de riesgos; sin embargo en ACCORD se observó que el control glucémico intensivo se asociaba a un aumento significativo de la mortalidad. En menor medida se obtuvieron en VADT resultados similares. Sin embargo en ADVANCE las conclusiones parecían ser las opuestas: el control glucémico estricto reducía los eventos cardiovasculares y la mortalidad, aunque de forma no significativa.
Sobre cómo poder interpretar estos hallazgos aparentemente contradictorios, no existe acuerdo general, pero la mejor pista parece estar en el riesgo de hipoglucemias graves asociadas al tratamiento excesivamente intensificado. En ACCORD y VADT se aplicaron estrategias de tratamiento muy agresivas en pacientes probablemente demasiado evolucionados en su enfermedad para beneficiarse de ellas, y resultaron en unas tasas de hipoglucemias severas fuertemente elevada.
Por contraste en ADVANCE aunque se logró un control glucémico equivalente al de ACCORD, se consiguió mediante una estrategia más pausada y menos agresiva, resultando en una tasa muy baja de hipoglucemias severas, además de que el grado de evolución y deterioro de los pacientes era menor por lo que pudieron beneficiarse más.